miércoles, 27 de enero de 2010

¿Qué cómo te quiero?

Te quiero con todas las letras, con todas las del mundo.
Con las letras árabes, con las letras ilegibles y con las que se transcriben a números.
Te quiero con la voz de la madre que cuenta el cuento en alto
y los pequeños no prestan atención a las bombas de afuera.
Te quiero, como si no pudiese aspirar a nada más en esta realidad pintada a cañonazos.
Como si fueras incierto, como si no existieras y te inventara para no sufrir.
Como si no hubiese conocido lo que es sentirse solo y temiera perderte
y descubrirlo.
No te quiero como se aman las manos del dinero
ni los besos de alquiler.
No te quiero como Julieta a Romeo ni Calixto a Melibea.
Lo hago sin saber qué es el amor,
porque no puedo compararte con nada.
Porque no busco compartirte con nadie.
Sí lo hago libre y consciente,
madura e ingenua,
equivocada o no.
Sí lo hago con cada centímetro de piel que quiso ser pluma
y con toda la locura que tú y sólo tú has despertado.

Sólo quiero leer

< Honoré apenas podía pelar patatas para la comida del ama con sus manos deformadas, pero tocando el tambor era incansable y, si de bailar se trataba, nadie levantaba las rodillas más alto, ni bamboleaba la cabeza con más fuerza, ni agitaba el culo con más gusto.
Cuando yo todavía no sabía andar, me hacía danzar sentada, y apenas pude sostenerme sobre las dos piernas, me invitaba a perderme en la música, como en un sueño.
"Baila, baila Zarité, porque esclavo que baila es libre...mientras baila", me decía.
Yo he bailado siempre.>

La isla bajo el mar - Isabel Allende.


(
Empiezo un nuevo libro)


viernes, 22 de enero de 2010

La amistad es como un violín...

Son las circunstancias, son las decisiones o incluso el pasar de las horas los únicos responsables de que las amistades vayan mermando.
No hay gritos, ni mejillas húmedas, tampoco hay palabras hirientes.
A veces lo que denominamos "problemas entre amigos" no pueden solucionarse y no es porque sean imposibles,
sin porque no son problemas.
Es como si dos personas viajasen por un camino y decidiesen atravesar nuevas sendas.
Unos deciden viajar siempre juntos.
Algunos se alejan, pero regresan al reencuentro.
Otros se van y nunca vuelven, bien porque encuentran otros caminos
bien porque no querían seguir viajando.
Y nadie se tapa la boca para asombrarse ni se lleva las manos a la cara, mordiéndose el labio inferior, en señal de disgusto.
Simplemente las amistades van mermando y quizás sea una ley natural inevitable.
Antes lo más preciado era tener un grupo, un símbolo, una complicidad entre sus miembros, una certeza de que no estabas solo.
Ahora, con la recién llegada madurez descubres que no quieres colectivos, que no quieres manadas,
que quieres personas.
Personas, amigos, distintos.
Pero un nexo en común: tú.

Lo dije hace mucho tiempo, la palabra "amigo" es demasiado concreta para abarcar tanto.

Conocidos, colegas, compañeros, camaradas, cómplices.

No es cuestión de llamarse a diario, sino de hablar después de un tiempo y escuchar un sincero "cuéntame todo lo que te ha ocurrido, quiero saberlo, te eché de menos".

Y hablar sin pensar en ninguno momento que le aburrirás, nunca ha pasado ni pasará.

La amistad es algo muy grande y hermoso, párate a sentirla.
Piensa en aquellas personas que estuvieron, que están e imagina a las que estarán.
Piensa en lo que te da cada una.......¿lo ves? ¿lo sientes? cuánta emoción tan diferente ¿verdad?

No sé, no me entristece pensar en las personas a las que he perdido, las recuerdo con muchísimo cariño y sé que al verlas no hay rencor, pero también sé que no hay vuelta atrás, que el camino sigue y las sendas van desperdigándose.
Sólo espero que sus viajes sean maravillosos y que algún día a lo lejos nos saludemos efusivamente con la mano.

Mientras tanto, me quedo con mis amigos, con aquellos que me llaman cuando menos lo merezco y se enfadan sin temer que nos perdamos. Que recuerdan lo que es irrelevante, pero dice todo de mí.
Que emplean su tiempo en un detalle o aguantan mis peores respuestas.
Me quedo con aquellos que respondieron "voy"
cuando, al alejarme de la senda pregunte ¿vienes?.

Con esos que en sus peores días se sientan en el suelo a reflexionar
y colocan un taburete de madera a su lado, esperándome.



Gracias.
A todos y cada uno de vosotros.

martes, 19 de enero de 2010

¿A dónde?

https://www.cruzroja.es/pls/portal30/portal.donante.donativo


Mientras el mundo se pregunta cómo enviar agua y medicamentos.
Ellos miran hacia el horizonte.
Mientras los bomberos se organizan para buscar en los escombros y seguir rescatando personas.
Ellos miran hacia el horizonte.
Mientras los presidentes se reúnen, los ejércitos llegan y ocupan las calles para acabar con los saqueos y paliar la violencia.
Mientras los médicos y enfermeros no dan abasto entre amputaciones, fracturas y curas.
Ellos miran hacia el horizonte.
Mientras el mundo se acongoja y cada uno dona un poquito de lo suyo, se colapsan los teléfonos de información sobre "adopciones temporales" en Europa y se siguen llenando las morgues.
Mientras todos se preguntan cómo emigrar atravesando la frontera, en barco o incluso nadando.
Mientras muchos piensan cómo se reconstruirá el país.

Ellos.
Los niños.


Ellos miran hacia el horizonte.
Preguntándose porqué se marchó sin avisar,
el futuro.

Sin ni siquiera dejar unas señas, para encontrarlo.
O quizás es que nunca hubo uno.

lunes, 18 de enero de 2010

Jesús Tirado

Eres mi vida.
Sí, es algo que sé desde hace mucho tiempo y no me ha costado nada comprender porqué.
Quizás seas la decisión más clara que he tomado en mis casi 20 años,
quizás seas la palabra que más se repite en mi cabeza antes de dormir.
Eres todas mis metáforas.
No, no te prometo ser perfecta, no voy a serlo.
Tampoco puedo prometerte la armonía con la que sueñas,
ni siquiera un desayuno bien preparado.
Pero déjame intentarlo.

Cada día me encuentro en la encrucijada de soñar despierta.
Y se me acumula la madurez en la garganta, cuando imagino durante demasiado tiempo cómo seremos.
Tanto, que olvido qué soy o quién soy
y me siento en una silla a hacer la declaración de la renta, esperándote.
No, es muy pronto para un amor tan cimentado.

Pero qué le voy a hacer si esto no es algo fugaz.
Me quito la venda de los ojos y escribo dejando sobre la mesa los sentimientos,
para vernos desde fuera.

Y es así.
Es la única verdad que he conseguido demostrar,
aún me queda comprobar científicamente si el sol es más grande que mi dedo.

Eres tú.
Mi vida.
Así de sencillo se define lo que eres y lo que te rodea, sin ornamentos, sin pomposidad.
La esencia más pura de la nobleza,
la locura de tus ocurrencias,
inocencia en tu voz y timidez en tus ojos,
la fuerza de tus brazos,
la lucha en tu camino.

Eres tú.
La primera persona que se fijó en mí más allá del físico.
Que me demostró que lo único a lo que aspiraba era a cuidarme.

Eres la única persona que me deja sin palabras.
Se me olvida razonar, se me olvida mentir, se me olvida pensar.

Dicen que sí existen las medias naranjas,
yo no sé si lo somos,
con mis ojos "como dos botes de betún de a duro"
y los tuyos, que son verdes transparentes como el agua.

Pero si hay algo que sé
es que te he encontrado y no importa si no amanece mañana.

sábado, 16 de enero de 2010

Volar


Dicen que los humanos no podemos volar, qué gran mentira.
Sabemos, es la única habilidad con la que nacemos.
Por eso cuando estamos en la cuna, recién nacidos, nos movemos inquietos, nos pican las alas.
Son diminutas, tan frágiles como un copo de nieve y tan pequeñas como un grano de arena.
Y tan transparentes como el agua.
Y con unas pocas horas de vida es la única cosa que sabemos: que podemos volar.
Por eso lloramos incansables para que nos dejen.
Pero nadie lo entiende.
Por eso cuando a un bebé le cogen mueve los brazos pidiendo eufórico que le lancen para que pueda planear por el techo de la habitación.
Pero no le lanzan.
Por eso, antes de cumplir el primer año, se olvida.
El bebé olvida que es capaz de hacerlo y se resigna a caminar con las piernas y ese rollo de primero un paso y luego otro.
Cuando dice su primera palabra ya no siente las alitas, pero siguen ahí.
Sabe volar, sabe cómo impulsarse, cómo dejar el peso en un lado del cuerpo para girar, cómo colocar los brazos para cortar el viento, cómo mover el vientre para cambiar la presión del aire.
Pero no recuerda que lo sabe.
Y crece creyendo que los aviones, los ala delta y los helicópteros son la única vía para sentir el cielo.
Si al menos uno sólo de los recién nacidos consiguiese volar,
todos recordaríamos cómo se hace.

En eso reside la salvación del mundo,
en prestar más atención a los niños
para que ellos nos descubran los secretos de la vida.
Para que ellos nos hagan recordar lo olvidado.

miércoles, 13 de enero de 2010

Haití

Las ambulancias destartaladas iban y venían sin descanso mientras cientos de personas se amontonaban en las calles, aterradas y confusas, con sangre en la ropa,
sintiendo todavía el temblor bajo los pies.
Al alzar la vista lo único que quedaba de los edificios más altos eran piedras y arena.
Lo único que se veía al mirar hacia arriba era humo.
Pero mirar hacia el suelo era peor: entre grietas y escombros había personas.
Durante un segundo Carmen y su esposo se quedaron petrificados al oír la noticia en el televisor.
Ella comenzó a rezar, él se sintió inútil por no poder hacer nada desde su piso de Albacete.

Entonces la pequeña Liliana se despierta e intenta levantarse.
Le duele la pierna izquierda, la otra...la otra ha desaparecido.
Asustada por lo que sus ojos están viendo aferra sus pequeñas manos a su cara llena de polvo blanco.

Y en un rincón del edificio derruido se escucha un grito ahogado convertido en susurro al llegar a la superficie: "Maman"


(Haití. 13/01/2010. Terremoto. Desde España, desde cualquier país podemos ayudar. Hay muchas ONGs que han abierto cuentas para que se hagan donaciones. No sé, el simple hecho de no ignorar el suceso ya es una forma de participar)

Banco Santander

Titular: Solidaridad Internacional

Cuenta: 0049 0001 54 2210042242

Caja Madrid

Titular: Solidaridad Internacional

Cuenta 2038 1001 37 6000888882

La Ruz Roja Española también ha puesto en marcha un operativo para ayudar a las víctimas, y ha habilitado un número de teléfono para contactarse y ofrecer ayuda: 902 22 22 92.

Otras entidades se suman a la ayuda humanitaria, y la organización Intermón Oxfam, que trabaja en 46 países, habilita sus números de cuenta para colaborar.



La Caixa 2100-0765-81-0200111128

Caixa Catalunya 2013-0500-16-0213198878

Caja Madrid 2038-8978-17-6000016604

CAN 2054-0300-56-9157938948

Santander 0049-1806-91-2111869471

BBVA 0182-6035-49-0201502475

Banc Sabadell-Atlántico 0081-7011-11-0001698879

Triodos Bank 1491-0001-21-0010010201

Cáritas ha habilitado un teléfono de donaciones, el 902 33 99 99. Además, dispone de las siguientes cuentas bancarias:

Santander 0049-1892-64-2110527931

BBVA 0182-2000-21-0201509050

La Caixa 2100-2208-39-0200227099

Banesto 0030-1001-38-0007698271

Caja Madrid 2038-1028-15-6000969697

Banco Popular 0075-0001-81-0606839307

Sabadell-Atlántico 0081-0216-74-0001306932

C.E.C.A 2000-0002-20-9100382307

Bancaja 2077-1277-10-3100146740

CAM 2090-5513-04-0040370409

Para ayudar a través de Save the Children:

Santander 0049 0001 52 2410019194

La Caixa 2100 1727 12 0200032834

BBVA 0182-5502-58-0010020207

Caja Madrid 2038 1004 71 6800009930

Teléfono 902 013 224

Caramelos


Yo sólo estudio porque me dan caramelos.

Sólo estudio porque papá y mamá me dan caramelos.

Sólo estudio porque la bibliotecaria me da caramelos.

Sólo estudio por los caramelos.

Si estudio bien me dan caramelos de fresa.

Si estudio regular me dan caramelos de naranja.

Si estudio poco sólo merezco un caramelo de café.

Mi abuelo me daba caramelos de menta de pequeña, pero no para estudiar.
Porque sí.
Los compraba en barritas largas rectangulares y luego lo partía en cuadraditos enanos.
Entonces yo le pedía un caramelo y me daba un trocito, un cuadradito enano.

Siempre tenía en los bolsillos.
Siempre.

Si dices muchas veces "caramelo" la palabra dejará de tener sentido.
caramelo, caramelo, caramelo, caramelo, caramelo, caramelo, caramelo, caramelo.
Por eso estudio, para que me den caramelos.


Un día un niño con una sonda en la nariz me dió un caramelo.
Entonces me di cuenta de lo mucho que había merecido la pena estudiar.

lunes, 11 de enero de 2010

"Mieve"

(Fotografía tomada por María Mateos González, una de las mejores personas que he conocido en mi vida)


"Mieva" Así dicen los niños pequeños cuando ven nevar.
Todo está acolchadito con diminutos copos de azúcar.
Hoy han anulado los exámenes por los problemas en el transporte para llegar al campus.
Enero está frío, frío...más que nunca.
Y he comenzado a leer el libro de Nocturna (regalo de reyes de papá): me está absorbiendo.
Me encanta la "mieve", pero mejor que se vaya pronto porque causa muchos problemas.
Pero que de vez en cuando vuelva.

lunes, 4 de enero de 2010

Enerilandia

Propósito para el 2010: creer en las hadas.

"Yo creo en las hadas, yo creo, sí creo"

http://www.youtube.com/watch?v=-o71xh_E9iU


Quiero ser mejor en todo.
Hoy enero me descubre blanca, blanca impoluta de los pies a la cabeza,
esperando ser moldeada por este año.


Quiero ser mejor persona.
Ayudar todo lo posible a los demás.
No quiero perderme nada de lo que ocurra.
Y enriquecerme cada segundo del mundo.
Quiero mantener los lazos,
coser los rotos,
dejar volar a los que no sujetan nada
y tengo un hilo dorado, recién comprado,
esperando a que lo use pronto.

Quiero mancharme de tierra y de agua salada,
de nieve y de espuma,
de besos, de telas,
de olores
e idiomas.

Quiero que mi familia sea feliz.
Que mis amigos sean felices.
Que todos sigamos ganándole la partida a la desesperanza.

Que jamás me abandone la ilusión.
Por eso mi propósito es creer en las hadas.
Porque si creemos en aquello más fantástico e imposible,

nada podrá derribarnos.



Hoy enero me descubre blanca, blanca impoluta de los pies a la cabeza.
Y sólo espero que diciembre me encuentre trazada por mil y una
vetas de colores.


(Yo creo en las hadas)

Dedicada especialmente a papá, que luego me dice que no le dedico nada...
No te enfades nunca conmigo. Te quiero.

viernes, 1 de enero de 2010

2010



Feliz año.

Sonreír más, leer más, aprender más.
Criticar menos, despreciar menos, discutir menos.

Salud, mucha, muchísima salud.
Y que no falten los duendes, los abrazos, los lazos
y el chocolate.

Estos días en la tierra de los botones charros han sido maravillosos.
Gracias,
a mi familia, a todos, porque me ha encantado volver a veros y a sentiros.

A los más cercanos, a los que llevaba sin ver tanto tiempo,
a los pequeñitos que no conocía todavía porque da gusto sentirse crío con ellos,
a los que han crecido muchísimo y parece que fue ayer...
a los que están muy lejos, porque les siento muy cerca,
a los que jamás volverán, que realmente nunca se han ido.

Feliz año.
Muy feliz.