domingo, 29 de mayo de 2011

J*

No importa lo lejos que esté el mar del norte mientras pueda imaginarlo.
No sé cuándo, ni cómo, pero sí sé que iré allí. Y me quedaré para siempre.
No huyo de nada, ni de nadie, sólo sigo mi camino y siento que es allí hacia dónde debo dirigirme.
Contigo.
El mundo no es perfecto, es más, nos vemos obligados a vivir situaciones que desearíamos evitar, pero nada es lo suficientemente difícil como para impedir que continúes.
He visto en tus ojos el lugar al que pertenezco.
Y así es como quiero vivir.

martes, 24 de mayo de 2011

Siglo dieciseis

Con la última gota de tinta selló sus palabras. Después dobló cuidadosamente otra hoja para hacer con ella un sobre, mientras la carta se secaba. Ningún sonido le acompañaba aquella noche.
Antes, mucho antes, ella se habría deslizado descalza a través de la otra puerta y le habría observado silenciosa desde la penumbra. Entonces algo, un ruido seco del suelo de madera o el sutil tintineo de sus pendientes, la habrían delatado.
Y ninguno de los dos habría evitado otra madrugada de desvelo.
Ahora él terminaba siempre sus tareas antes de lo previsto y podía dar un largo paseo por la finca acompañado de nadie.
Así podía deleitarse viendo como el cielo impenetrable se alzaba negro y profundo, ni una nube, ninguna estrella. Parecía como si ella se las hubiera llevado todas en su pelo.
El lago ya no tenía vida, los árboles no daban frutos.
Los peces y las abejas habían huido con sus lazos y vestidos.
La casa ya no se encendía con pequeños farolillos al caer la tarde, la oscuridad se extendía por todas partes. Incluso las luciérnagas se habían marchado.
El coche de caballos sólo hacía un viaje al día, para llevarle a la ciudad a tasar artículos nuevos. Antes iba y venía sin cesar, porque se necesitaban muchas vueltas para traer todo lo que ella compraba.
Incluso en la ciudad los rostros no le miraban, ya no la llevaba del brazo.

Una mañana la vio en la plaza. Su fragancia inimitable atrapaba las narices de niños y mayores, envolviendo el ambiente. Su cabello castaño le caía por los hombros semidesnudos y un vestido blanco de encaje dibujaba su torso y le cubría los pies. Sus ojos azules brillaban con los primeros rayos de sol salpicándole la piel.
Ella también le vio y no pudo contener las lágrimas.
En vano él intentó girarse y huir, para evitar hablarla, pero ya le había alcanzado y con su mano izquierda le rozaba la cara.
Melodiosamente intentó pronunciar algo, algunas palabras, pero él la interrumpió:
- No, no digas nada
Entonces la joven bajó la vista, aún llorando y desconsolada se marchó.

Él volvió a montarse en su coche de caballos. Volvió a casa. Volvió al silencio, a las habitaciones vacías. Desde su ventana miró al horizonte, sereno. Instintivamente se llevó la mano a la mejilla que horas antes ella había acariciado. Luego encendió un puro, dio una profunda calada y exhaló tres bocanadas de humo.
Entonces se sentó en la mesa y escribió una carta. Una misiva que no tendría destinatario, pero sí estaba dirigida a alguien. A ella. Le decía cuánto la amaba y cuánto la echaba de menos, pero también le recordaba porque jamás podría perdonarla.
Todavía la veía enfrente de él, intentando hablarle, incluso podía sentirla allí mismo, como si todavía estuviera delante de él esperando algo.

- Lo más triste no fue perderte, sino darme cuenta de que no te echaba de menos - y acto seguido apagó la vela.

lunes, 23 de mayo de 2011

Grandes, ustedes.

El mapa español se cubre de azul. Azul político. Azul como distintivo de un partido. El rojo es de los otros, los que han perdido. Ya no somos rojos ni azules, eso fue antes. Ahora somos lo mismo todos, pero con leves matices. Si antes las pieles eran azules o rojas, hoy se pintan levemente las mejillas.
Nada más.
Ojalá pudiera escribir algo interesante.
Pero no me sale.
Igual que cuando cogí mi sobre y fui a votar. Ojalá - pensé - ojalá no pierda nunca la emoción de hacer esto, pero bien es cierto que mucha gente no vota porque se siente fuera del sistema.
Es imposible estar fuera del sistema, nos guste o no.
Por eso voté con la misma ilusión por ejercer mi derecho, pero con total decepción por los nombres contenidos dentro de las urnas. Todos.
Las voces continúan en Sol. Muchas de ellas piden lo que yo pido. Muchas de ellas sueñan con lo que yo sueño.
Pero también allí hay personas que no saben nada y sólo se quejan. Personas que no saben lo que es esforzarse, loque es trabajar, pero se quejan. Eso también me da pena.
No me gusta que se usen los movimientos como éste para soltar nuestra mierda. No.
Las voces de sol piden algo, más o menos claro, están en ello. Piden que "los que trabajan para nosotros" nos escuchen. Al margen de a quién votes, quién seas, o lo que hagas.
Que nos escuchen.
Si yo fuera Aguirre o Gómez o Lara o Díez o Mas, me da igual, me sentaría en la plaza con los jóvenes. Sin miedo.
Porque lo único que queremos es hablar. Es esa política que todos merecemos.
Pero nadie lo hace.
Hoy me siento indignada, por la forma en la que se mueve el mundo, por los políticos, por el dinero, por la falta de moral, porque me cuesta seguir creyendo en las personas...
Hoy me siento decepcionada, porque mis ideas se ven ahogadas bajo la marea azul.
Pero me siento fuerte, porque veo que el mundo cambia, me guste o no, las cosas cambian...
Quizás ahora sienta que he perdido, pero así funciona la democracia.

Cambian los gobiernos, cambian...y eso,el cambio, siempre tiene algo bueno o eso dicen.


Grandes, ustedes. No, no. Ustedes los políticos de hoy no.
Ellos. Ustedes. Los grandes. Los que ya no están.
Desde dónde estén. Cuídennos.

martes, 17 de mayo de 2011

Y lo encontré ahí

Hoy abrí un libro sobre la interpretación de electrocardiogramas y encontré un párrafo en su prólogo que me ha llamado la atencióny me gustaría poner aquí:

Es una obra sobre el aprendizaje.
Sobre mantener sencillas las cosas que son sencillas, y hacer que las cosas complicadas sean claras, concisas y, sí, también sencillas. Sobre ir de aquí a allí sin asustarle hasta morir, sin aburrirle hasta llorar ni llegar a intimidarle. Sobre convertir la ignorancia en conocimiento, el conocimiento en erudición, y todo con un poco de diversión y entretenimiento.


Nunca pensé que leyendo la primera página acabaría creyendo que puede que algún día sepa interpretar electros.

Una vez pensé que jamás lograría recordar los días de la semana hacia atrás, empezando por el domingo y siguiendo con el sábado. Entonces tenía unos 4 o 5 años y me sentaba en la moqueta de la clase, muerta de miedo por si la profesora me lo preguntaba.
Pero lo conseguí.
Hoy creo que no llegaré a ser ni la mitad de lo máximo con lo que sueño.
Pero quién sabe...
Domingo, sábado, viernes, jueves, miércoles, martes y.... lunes.

lunes, 9 de mayo de 2011

se acerca...

Se acerca el final....después de meses de encierro....después de días enteros entre hojas y tinta...
después de mucho llanto y mucho insomnio...se acerca el final....el final de un tiempo difícil...
se acerca y da miedo...se acerca y huele y sabe y se oye...se acerca...
el último tramo, podemos.

sábado, 7 de mayo de 2011

"Gotascaen"

Llueve.
El descansillo de mi casa huele a crema.
El portal a tierra mojada.
La calle huele al norte.
He perdido el norte después de tantos viajes y lo he encontrado en la lluvia
y en tus ojos.

jueves, 5 de mayo de 2011

Para hacerte feliz

Nací para verte reír.
Por eso ya he cumplido la mitad de mis sueños y me queda el resto de vida para llenarla de ti.
Recordando a qué sabes, a qué hueles y cómo llegaste.
Yendo dónde vayas, moviéndonos, volviendo y marchando, llegando y parando.
Nací para oírte reír.
Y así me duermo y despierto.
Así como, pienso, camino y espero.
Imaginando la última vez que me abrazaste por sorpresa, el último beso en mi frente,
la última palabra al oído.
Lo último...que sucedió hace escasos segundos.
Segundos que no existen si tú no estás conmigo.

Te agradezco todo.
Porque aguantas mis pesares en tu espalda
ahuecas los tuyos y colocas los míos,
para que yo no los sienta,
para que a mí no me pesen.
Porque sabes cuándo miento
incluso antes de que lo diga,
incluso cuando no lo he pensado.

Porque existes.
Existes y me das la calma que el mundo me sustrae lentamente.
Existes y todo es sencillo.
Por eso, por todo eso,
nací para hacerte feliz.