viernes, 14 de diciembre de 2012

Exámenes

Un clic y la bombilla del pasillo había vuelto a estropearse. "El cable que viene y va"...tarareaba mamá.
Entonces se levantaba de su silla vieja, dejaba a un lado su tablet vieja, sobre la montaña de libros de su pequeño cuarto-despacho y rebuscaba en un cajón de la cocina, por si tuviera la suerte de encontrar una bombilla nueva.
Irene la miraba desde la puerta, como tantas otras miles de veces.
Y mamá paseaba de un lado para otro, con la bombilla vieja, con la bombilla nueva, con cuatro calcetines en cada pie, para luego quedarse mirando el techo, chupándose el labio, y preguntándose cuántos libros harían falta para no tener que pedir una escalera.
Entonces dejaba en un rincón todo, suspiraba, miraba el reloj y suspiraba de nuevo.
- ¿Te queda mucho por leer y estudiar y aprender aún mamá? - susurró la niña de cinco años, con su pelo rubio, con sus ojos que no son de este mundo.
Y mamá apagaba todo, hasta las luces y olvidaba el reloj sobre la encimera.
- ¿Te he contado alguna vez que cuando naciste el rey del mar me regaló una corona?
- No...¿y dónde está la corona?
- Junto a todos los tesoros que algún día te daré, pero para eso queda mucho y mientras podemos inventarnos un nuevo cuento....

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Paciente

Paciente. Que no es paciencia, sino padecedor de un mal, pero también debe tener la virtud de saber comprender y saber esperar, sobre todo porque cómo él, hay muchos otros que necesitan ver solucionados sus males.
Paciente, tú que vienes y vas, del hospital al centro de salud, que te quejas y te cansas, que exiges lo mejor para ti y los tuyos con todo tu derecho. 
Paciente, a ti van dirigidas mis 
palabras,
por ti hacemos esta huelga.
Por ti paramos. Por ti gritamos. Por ti.
Por eso únete a esta revolución que lleva tu nombre.
Porque tú eres el motor y si dejas que otros te manipulen, nos quitas la fuerza.
Cree a quién siempre creíste cuando tuviste un mal,
porque mi fin no es fastidiarte hoy que no puedo atenderte,
sino garantizarte la protección del futuro que te quieren robar.

lunes, 3 de diciembre de 2012

España

Qué triste, la ignorancia humana. El egoísmo absoluto, el "ombliguismo" eterno. La facilidad con la que una frase de barra de bar se convierte en decreto real, firmado por el rey montando en elefante. Y continúan los cantos a los dioses, las hogueras quemando símbolos paganos y nosotros sentados frente a nuestras televisiones, llamamos salvajes a los que respetan el mundo.Y seguimos votando a ineptos, que en la letra pequeña no nos dicen que piensan mantener a toda su familia de nuestros impuestos y tampoco nos cuentan, que cuando vayamos a manifestarnos nos matarán a palos porque no está bien visto que tengamos derechos. Pobre gente, cómo les entiendo, qué difícil sería gobernar un país de inteligentes.

Así que sigan nutriéndose de la mierda profunda de Telecinco, Mtv y similares. Y sigan usando los periódicos para forrar estantes de cocina. Que las noticias son para los jubilados del parque, ellos arreglarán este "pifostio".