domingo, 22 de marzo de 2015

Locura transitoria

Querida imprenta...casi un año sin venir por aquí.
Me ves, me miras y sientes que soy yo, pero tan diferente como el agua que empaña un cristal de un coche.
No puedo empezar a contarte, no sé dónde está el inicio, quizás no haga falta. Quizás solo me leas la mente, me beses la frente, me cierres los ojos y me digas "respira...".
Soy yo, pero tan distinta.
Si este fuera un mundo de negros y blancos no me creerías.
Pero sabemos mejor que nadie que hay más colores que nombres que los definan.
Tengo un cuarto de siglo tatuado en la espalda.
Y cicatrices varias que nunca cambiaría por nada. Ni por una vida nueva.
¿Recuerdas cuándo llegué aquí?
Montamos este hueco en la pared, con corcho y papel, con emociones, con sueños, con miedos y monstruos en los rincones. Con objetivos, con fracasos, éxitos y lágrimas eternas.
Soy la del cuerpo de gotas, la de la mente a deshoras, la creyente de Gaia, la antitauromaquias y manías varias.
La que creía que solo existe el primer amor de tu vida. La que pensaba que el amor lo puede todo.
Será la vejez que toca hondo en mí, que empieza a grabar historias en un corazón que nunca dejará de amar. De creer.
La vida a veces es demasiado dura y me pregunto por qué alguien nos trae aquí a sufrir...
Y dos suspiros después miro hacia el cielo y un pájaro parpadea buscando un pedazo de pan para sobrevivir hoy.
Y nos miramos como si no quisiéramos asumir que somos lo mismo.
Que venimos de la misma estrella.
Y volveremos a ella.
Allí "...dónde nacen los versos que yo nunca pude encontrar.." (Mägo)

Sigo siendo la nieta del impresor, pero con la piel pintada, los ojos más profundos y esa droga llamada mundo gritándome que vaya a devorarla.
Ya tengo menos miedo, le digo.
Dame un poco más de tiempo...

Soy una montaña rusa de emociones. Soy una ensalada de palabras. Una llorisa que nace de repente.
Unas gafas olvidadas en un bar de un lugar que jamás pensé pisar.
Y ese vaho en el cristal de un coche. Que nunca es el mismo.
Que cae en gotas, como la propia lluvia. Que es testigo de algo efímero. Una cálida respiración tras otra.
Sólo se que no sé nada, me digo si pienso en mi futuro. (socrati-zando)
Si miro atrás estoy perdida, me respondo. (Daenerys-zando)
Quiero vivir. Quiero morir viviendo. Quiero dejarme la piel aquí. Irme sin nada. Para quedarme siempre.

Bendita mi suerte.