jueves, 8 de noviembre de 2012

Es nuestra

Estaba cenando y, en la radio, Angels Barceló volvió a emocionarme como tantas veces hablando desde el sótano de una tasca situada enfrente del hospital de La Princesa.
Son tantas las cosas que me gustaría evitar, que querría gritar y que no puedo tolerar...
Cruzo los dedos y pido que nunca en mi vida tenga que contarle a mis nietos lo que era una sanidad pública.
Sé que nunca tendré que hacerlo, porque nunca desaparecerá. No vamos a consentirlo.
He venido hasta mi mesa llena de apuntes, he abierto el portátil y youtube y he puesto "Seabert".
Cuando era pequeña me sentaba en el sofá y aguardaba nerviosa. Soñaba con ser igual que Aura, luchadora implacable junto a sus amigos Tommy y Seabert, protegiendo siempre a los animales.
Hoy necesitaba escuchar esa música, ver a la foquita blanca que tanto me gustaba y recordar por unos minutos lo feliz y tranquilo que era mi mundo.
En aquel entonces aprendí que hay gente mala que hace cosas malas, pero también hay gente buena que siempre destroza sus planes.
Y esta vez no será diferente.

La sanidad pública es nuestra.

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