viernes, 14 de diciembre de 2012

Exámenes

Un clic y la bombilla del pasillo había vuelto a estropearse. "El cable que viene y va"...tarareaba mamá.
Entonces se levantaba de su silla vieja, dejaba a un lado su tablet vieja, sobre la montaña de libros de su pequeño cuarto-despacho y rebuscaba en un cajón de la cocina, por si tuviera la suerte de encontrar una bombilla nueva.
Irene la miraba desde la puerta, como tantas otras miles de veces.
Y mamá paseaba de un lado para otro, con la bombilla vieja, con la bombilla nueva, con cuatro calcetines en cada pie, para luego quedarse mirando el techo, chupándose el labio, y preguntándose cuántos libros harían falta para no tener que pedir una escalera.
Entonces dejaba en un rincón todo, suspiraba, miraba el reloj y suspiraba de nuevo.
- ¿Te queda mucho por leer y estudiar y aprender aún mamá? - susurró la niña de cinco años, con su pelo rubio, con sus ojos que no son de este mundo.
Y mamá apagaba todo, hasta las luces y olvidaba el reloj sobre la encimera.
- ¿Te he contado alguna vez que cuando naciste el rey del mar me regaló una corona?
- No...¿y dónde está la corona?
- Junto a todos los tesoros que algún día te daré, pero para eso queda mucho y mientras podemos inventarnos un nuevo cuento....

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