viernes, 8 de noviembre de 2013

Baila baila y baila sin parar

Aurelia quiere apuntarse a baile. Lo ha decidido esta mañana mientras esperaba en la sala de la planta baja del hospital a que la llamara la enfermera. El vendaje de la nariz le molestaba una barbaridad y la cicatriz le tiraba de la piel, pero lo que más le preocupaba era lo que dijese la doctora.
Cuando ésta le comentó sonriendo que no iba a tener casi marca después de la cirugía, Aurelia le apretó el brazo y le dio las gracias una y otra vez.
- Tampoco voy a quedar tan fea entonces - le dijo.
- ¿Fea? Pero si eres muy guapa Aurelia - le dijo la doctora.
Y ella sonreía tan feliz.
- Hace mucho tiempo que mi marido me dejó - murmuró en voz baja mientras la enfermera terminaba de firmar el informe. - Y ya me lo dicen mis hijas, "mamá tienes que disfrutar, tienes que salir de casa". Y voy a salir, voy a ir a baile lo he decidido. A mis setenta años me queda mucho por vivir.


(Para ti aunque nunca lo leerás. Baila, baila y baila sin parar).


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