lunes, 31 de agosto de 2009

1 de septiembre

Lleva muchos años haciéndolo, pero aún así se sorprende al ver cómo sus manos tiemblan sujetando el taco de folios.
Ayer estuvo ensayando hasta tarde, delante de su mujer y de sus niños; ella le dijo que estaba perfecto, los niños sólo miraron asombrados, raras veces tenían la oportunidad de ver a su papá serio.

Mientras se llena el auditorio intenta recordar algún pensamiento positivo, como técnica para no ponerse nervioso.
Hay tantos recuerdos buenos que es difícil elegir uno.
Sin saber por qué, ha venido a su mente aquel día 1 de septiembre de 2009 cuando hizo su primera exposición importante, la que había decidido su futuro.
Contaba con 20 años, otro taco de folios idéntico al que hoy lleva, las manos sudorosas y risa constante.
Era la presentación de su proyecto, el que le había robado tardes enteras de julio y agosto, sentado frente a un portátil más viejo que Matusalén y con esa mirada perdida en el techo, esperando que las musas fueran inspirándole.
¿Por qué elegir ese recuerdo?
Porque a pesar de la inseguridad que creía tener al colocarse enfrente de su profesor aquel día bordó la exposición, consiguió parar el tiempo en el aula del instituto Manuel Azaña y se fue a casa sabiendo que era capaz de cumplir todos sus propósitos.
Y aunque entonces no fue consciente, aquello le hizo madurar, le enriqueció y le convirtió en lo que hoy es: un hombre que no ve obstáculos, sino metas.
Por eso elige ese recuerdo, porque le gusta mirar atrás para ver el camino recorrido.
Alguien lo nombra, el auditorio se llena de aplausos.
Desde una esquina aparece, con su media sonrisa, saludando con la mano, buscando entre los presentes a su familia, a sus amigos, al presidente y a la ministra...
Coge aire, da las gracias y antes de empezar vienen a su cabeza miles de chistes y canciones, pero los frena "luego...luego...venga" y sonriendo, empieza.
Ana Belén le cantó una vez a Dolores Ibarruri una canción y yo cogí una de las estrofas para él:

"Se gastan las palabras golpeando contra el muro, pero ahí están las tuyas cargadas de futuro"

Por eso te pido que creas en ti, porque necesitamos tus palabras.
Ánimo, tú puedes con todo Miguel.





Aplausos.

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