viernes, 11 de septiembre de 2009

La tercera M

Cuando era niña el mundo era más pequeño,
los adultos demasiado altos
y el tiempo no tenía horas, sólo era el tiempo.
Los mayores eran serios, a veces reían
de cosas graciosas y de cosas que yo no entendía.
Entonces ella estaba allí
para ver el mundo que yo veía,
para ponerse de rodillas, a mi altura
para dejar su reloj de persona mayor en la mesilla.
Y hablaba mi lenguaje,
sabía qué decirme, qué preguntarme,
o qué responder cuando yo quería aprender.
Era otra niña, como yo.
Y es ahora, después de muchos años,
cuando al verla desde otra perspectiva
descubro que es así, como es ella, como quiero ser yo.
Quiero ser madura en el mundo de los altos
y una niña en el mundo sin reloj.
Me cantó las canciones más infantiles sólo para hacerme reír,
me enseñó a ver todo con ternura,
las palabras mágicas para ser feliz.
Fui su "salchichita", su "trocito de carne" su "cachito de cielo"
y hasta el día de hoy sigue ahí,
achinando los ojos cuando nos ve llegar y abrazándome
fuertemente cuando nos reencontramos.
Es una mujer valiente,
que ha soportado momentos muy duros en su vida,
pero sigue en pie,
sigue viviendo entre esos dos mundos,
consiguiendo que culaquier niño que hable con ella
se quede prendado de su cariño.
Porque es mágica, es diferente, es especial.
Es mi tía.
Mi tía la que nunca me reñía, por eso cuando, aún hoy, se enfada
me impone más que nadie, porque al no hacerlo nunca
significa que es de verdad...
Mi tía la que sigue pensando en cuentos de disney,
que habla con los muñecos y con las plantas,
que se ríe con risa de niña pequeña,
y corre de un lado para otro.
La que siempre llama,
que se acuerda de todo,
la que se tumba en mi cama
y dice "¿me puedo tumbar en tu cama del cielo?"
la que se enfada y me murmura "me caes mal"
esa bella mujer que vive intensamente cada día.
Ella, que comparte todo lo que tiene
que está profundamente enamorada de un hombre igual de maravilloso que ella
(otro niño, Clouseau)
Ella, mi tía,
Man,
Mariadelos,
la tercera M del trío Navas,
la más pequeña,
la adoptada (como decía el abuelo)
la abogada,
la tía más divertida.
Mi tía.
Nuestra tía.
Nunca te había escrito nada, por eso te debía esta entrada.

No siempre te lo digo, pero siempre lo siento.
Te quiero.
Y te agradezco todo, porque si hay algo bueno en mí tú tienes mucho que ver en ello.
Gracias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias. Todo verdad y tengo la suerte de vivir mi vida a su lado. Un beso cariño.
Clouseau.

Anónimo dijo...

Muchas gracias mi niña,yo si que te debo cosas a tí.
Vosotras dos me habeis hecho muchas veces seguir adelante. El pensar en vosotras me provoca algo interior que no se como describir.
Eres buena persona Laura Navas y yo si que me siento orgullosa de tenerte como sobrina, "mi cachito de carne".
¿Te acuerdas cuando le decías a los semáforos gritando? PONTE VELDE.
ABELO QUIERO QUESO!
¡MADAGES! ¡MADAGES! (con un masticable pegado en tus dientitos)

Ésta y muchas cosas que he vivido contigo y las que aún quiero compartir son las que me hacen sonreir.
M. Angeles