Sobrevolaron cuervos su pequeña barca,
y tiburones dentudos la rondaron.
También molestaron moscas enclenques,
y grandes focas marinas.
Hubo tormentas continuas,
truenos y remolinos gigantes.
Pero nunca lograron destruirla.
Intentaron miles de estrategias, mas fue imposible.
Pues contra los cuervos lucharon las nubes,
y las ballenas y los delfines y los "de delantes".
Y hubo muchos soles.
A fin de cuentas, había echado azúcar suficiente.
1 comentario:
Hace poco que di con tu blog y lo sigo desde el mío. Enriqueces mis pequeños momentos de cotilleo de otros blogs a través de la red. Gracias por tus escritos, me encanta lo que puedes hacer con una taza de café.
Laura F.
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