jueves, 24 de noviembre de 2011

Dra. Aragón

Sí, esto es para ti, porque me acompañas en silencio en el metro, en tu coche o en cualquier lugar.
Que aunque no hables demasiado siempre estás, dándome esa paz que a veces no encuentro por mí misma.
Tú, que formas parte de este mundo "medicinal" tan sumamente complicado, tú que también has notado cómo a veces pesa demasiado la cabeza y duele el cuello.
Aunque ahora hablemos menos, aunque no coincidamos en los mismo sitios, sabes que vuelvo a colocar un barco de papel sobre la taza té y que tengo fe en que todo saldrá bien.
Gracias por entrar aquí, con tu silencio, y esos abrazos que tanto bien hacen a todos.
(con sabor a sugus)
En mi mesa guardo tu marcador de páginas, entre mis libros hay alguno tuyo,
y siento cómo el apoyo en estos días de miedo y esfuerzo fluye entre ambas, entre todos, como siempre ha sido y será.
¿Oyes el piano? Suena con fuerza, cada vez más rápido, con más ritmo y melodía,
porque podemos con esto.
Siempre.