jueves, 9 de abril de 2009

Ernesto

Ernesto tenía un dilema.
Después de muchas noches con insomnio y continuos viajes astrales, decidió atreverse.
Se vistió, se peinó, se echó colonia, metió unas cuántas monedas en el bolsillo de su pantalón, tomó un vaso de leche y uno a uno besó a su padre, a su madre y a su hermana.
Entonces cerró la puerta de su habitación con llave y exhaló una bocanada de aire para relajarse.
Estaba asustado, quizás no debía hacerlo, su cabeza iba y venía mientras sus ojos intentaban centrarse en un punto fijo en la pared. Le temblaban las piernas y casi sin fuerzas entró en el armario.
Allí dentro se sintió seguro. El olor a madera de pino era reconfortante, le recordaba a su infancia, cuando se escondía de su hermana durante las largas tardes de verano. Allí todo era tranquilidad, podía rozar con sus dedos las camisas recién planchadas y colgadas en sus perchas, podía tumbarse y leer sus viejos cómics de Tintín con su linterna o bajar la colcha de invierno y extenderla, para echarse una siesta de mil horas.
Sí...no quería salir, quería quedarse allí.
Pero entonces se dio cuenta de que allí dentro sólo había espacio para él.
Por mucho que quitase cosas, no cabía otra persona.
Sí, allí dentro nadie podía herirle, tenía todo lo que hacía feliz sin molestar a nadie, pero su corazón tenía frío y sus ojos le dolían porque necesitaban llorar.
Supo entonces que tenía que atreverse, que por eso estaba ahí.
Se levantó, exhaló otra bocanada de aire y abrió la puerta.
Primero puso un pie fuera, sintiendo como el olor a madera se perdía por el cuarto.
Después el otro.
Y tuvo unas ganas irrefrenables de volver dentro.
Pero de repente sonó el teléfono y su madre golpeó la puerta.
- Erni, cariño, ¡es para ti!
Arrastrando los pies se acercó a su mesilla y descolgó el auricular.
- ¿Sí?
- Ernest, tío, soy yo...Iván.
- Hola...
- Quería decirte que siento...siento haberte besado, yo...supuse que...bueno, lo siento.
- No lo sientas, yo también quería besarte.
Tras responderle, inconscientemente, sonrió.
Y la puerta del armario se cerró sola.

No hay comentarios: