viernes, 2 de octubre de 2009

Siempre tuve esa corazonada

Cómo te cantó Sabina:

Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.



Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid.

Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.


Los pájaros visitan al psiquiatra,
las estrellas se olvidan de salir,
la muerte viaja en ambulancias blancas,
pongamos que hablo de Madrid.

El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.



Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid.


Madrid, pequeña, no te sientas triste, todos sabemos que deberías haber sido tú.
Porque soy parte tuya, soy la punta de tu pie, tu dedo índice que apunta al sur, el bastón en el que descansas o la pierna de bailarina con la danzas.
Sólo sé que siempre tuve esa corazonada y aún habiendo perdido,
¡mírate!
Mira hacia atrás...y verás cómo luchaste con aquel ¡No pasarán!
y verás como has sobrevivido a una historia increíble que pocas ciudades pueden contar.
Eres teatros, eres cultura, eres calamares, mercados, taxis, turistas, arte en la calle y voces diferentes,eres amor y noches blancas, manifestaciones, tolerancia, eres hierba, cafés y la herencia de los austrias.
Tienes miles de colores y un sistema circulatorio que dicen "que vuela" surcándote las entrañas.
Madrid, para mí eres mi tierra y mi orgullo.
Hemos perdido una oportunidad, pero siempre has sabido cómo ganar de otra manera

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