domingo, 26 de octubre de 2008

Amigos - Asos

- Es dificíl decidir en la vida ¿no crees Ariel?



Y menuda razón tenía aquella mezcla entre pulpo y mujer llamada Úrsula que le robaba la voz a la preciosa pelirroja aventurera.

A veces la vida nos pone en aprietos emocionales. A veces temes actuar por miedo a no hacer lo correcto, me refiero a tomar decisiones que pueden traer consecuencias desconocidas, o caer en situaciones que para ti son vivencias y para otros errores.

Los amigos están ahí para guiarte.

Una persona que siempre te dice "Sí" o "¡Que bien!" cuando le consultas dudas que te persiguen, no es un amigo. Porque no le importa lo más mínimo que te puedas equivocar y sufrir, no le preocupas en absoluto.

Un verdadero amigo se enfada contigo si no le gusta lo que haces. Intentará comprenderte, pero te recordará cosas que para nada se acercan a tu visión rosa del mundo. Pero es así, quién bien te quiere te hará llorar.

Nadie busca encontrar una amistad basada en el "yo te hago feliz siempre, diciéndote lo que quieres oír, sin decirte nunca la verdad, así cuando te metas el castañazo también estaré ahí para verte llorar".
No...
Queremos una amistad que no nos juzgue, que no malinterprete nuestros sentimientos o pensamientos, que comprenda que somos una olla a presión en la que burbujean cientos de hormonas e impulsos, que sepa que estamos vivos, que nuestro corazón es como un ente vivo que cada día se despierta de un humor, o con un sentimiento.
Que nos diga lo que no queremos oír.
Que sonría cuando nos vea disfrutar.
Que nos crea cuando le digamos que vamos a estar en pie.
Que nos mire a los ojos, y se ilusione con nuestra alegría más insulsa e insignificante.

Dos personas que fuman porros juntas no son amigos.
Que cantan, se abrazan y saltan juntos cuando están borrachos.
Que se provocan para realizar malos actos, que se mueven por envidia o materialismo.

La sociedad, por comodidad, utiliza el denominativo amigo con una facilidad pasmosa.
Y es erróneo.
Tener el título de amigo es costoso y gratificante, y al igual que un título real, lleva tras de sí un continuo de esfuerzos, horas aplicadas, sudores y penas, risas y felicidad. Eso es la amistad.
Y si te paras a pensarlo tendrás realmente pocos amigos y todos muy distintos entre sí.
Y luego muchas personas que están ahí, a las que tú también llamas amigos, pero sabes que sólo son conocidos, gente que aprecias o con la que puedes hablar.
Deberían inventar una palabra nueva, "asos", por ejemplo (es lo primero que me ha venido a la cabeza) para designar a todos aquellos que están ahí pero no han conseguido el verdadero título.
Quizás voy a crear moda con esto. (No creo, ni que mi blog lo leyera alguien de la Real Academia Española).
Hoy me apetecía reflexionar sobre mi entorno.
Y como tantos domingos le doy al botón "Publicar entrada" con una sensación de bienestar.
Tengo mucha suerte, tengo muchos amigos y son de esos que también me hacen a veces llorar.

1 comentario:

Sandra dijo...

Tienes mucha razón. Los amigos están ahí para decir las cosas buenas y las malas...
La amistad es algo que hay que trabajar y cuidar. Me siento afortunada con los amigos (de verdad) que tengo, y siento a veces lástima por aquellas personas que no saben encontrar la diferencia real entre un amigo y un "aso".
En fin, yo también me he parado a pensar a veces sobre ésto.
Un saludo,
Sandra