Allí afuera el mundo podría estar a punto de ser destruido.
Por el odio. Por el poder. Por el egoísmo. Por el afán de riqueza.
La corrupción. Las violaciones de los derechos humanos.
El cambio climático. La contaminación. Los extrarrestres.
Pero, egoístamente, todo eso quedaba lejísimos,
lejísimos,
lejísimos,
muy lejos,
concretamente más allá de su piel
rozando dormida
el somier
....................de la cama.
Por eso, tan sólo por eso
él
se sintió seguro.
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