sábado, 9 de octubre de 2010

Hoy has venido

No es lluvia. Hoy no es lluvia. Parece que sí, que es igual que siempre, que es agua cayendo hacia abajo, agua que viene de las nubes, que quiere quedarse arriba siendo etérea, pero no puede resistir y se desploma.
Pero no hoy.
Hoy se escucha un silbido familiar, que surge de repente y te coge por la espalda y te abraza por detrás.
Hoy no es lluvia, es otra cosa, no sé que cosa, pero definitivamente no es lluvia.

Me he quedado quieta, muy quieta, frente al cristal. Quería captar una sola gota para verla de cerca.
Empecé por las que se movían a lo lejos, pero eran demasiado rápidas.
Seguí por las que venían más cerca, pero se confundían unas con otras.
Terminé por escoger a las que se chocaban contra mi ventana.
Y lo vi.
No eran gotas, ni mucho menos.

Eras tú, abuelo.
Me ha encantado volver a verte.

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