miércoles, 23 de marzo de 2011

Hoy

Voy a reírme boca abajo, colgada de la rama más alta del árbol.
Quiero que la risa retumbe en la montaña y vuelva, como si millones de boomerangs diminutos recorriesen el aire.
Y que mi pelo cubra mi cara y los animales que pasen a mi lado crean que soy un paragüas dado la vuelta que quedó atrapado ahí.
Después me quitaré las botas y pasearé en calcetines por la hierba mojada y cuando éstos estén calados los arrojaré lo más lejos que pueda y luego diré que me los robaron unos mapaches gigantes.
Y surcaré el barro con los dedos y bailaré la canción de las nubes grises que no quieren marcharse.
Hasta que me canse. Y cuando lo haga me sentaré en alguna roca plana a comer una rebanada de pan con queso, pero no uno cualquiera, sino el mismo queso que Heidi y su abuelo comían en la cabaña de los Alpes suizos.
Y alomejor entonces me entrará sueño y silbaré fuerte, para que un oso gigante aparezca y me coloque en su espalda.
Y me lleve a casa, de vuelta. Y en el viaje me dormiré sobre su pelo blanco mientras los árboles me acarician la cabeza al pasar y susurran "Adiós pequeña Laura".

2 comentarios:

Elpaísdelasmaravillas dijo...

Creo que haré lo mismo que tú :)

AuRoRa CrepUscula dijo...

Me apunto tambien¡ Es delicioso...