jueves, 26 de enero de 2012

Primer cuento para Raquel

Esto era una niña pequeña, que siempre sonreía mucho y un día un señor le dijo:

- Niña, niña ¿por qué sonríes tanto?

- Porque no tengo motivos para no hacerlo
- ¿Quieres decir entonces que tienes muchos motivos para sonreír?

- No, no tengo muchos motivos para sonreír, lo que no tengo son motivos para dejar de hacerlo

No necesitamos aferrarnos a lo bueno para sentirnos bien, basta con aceptar que lo malo sólo es malo si nosotros dejamos que nos afecte.





No hay comentarios: