jueves, 13 de mayo de 2010

Giraluna




Escuchadme girasoles, habla vuestro rey.
Conocéis perfectamente nuestra antigua ley.
Por la noche hay que bajar la cabeza sin hablar.
Cortaré el maldito tallo al audaz traidor.
Que alzó su flor a oscuras antes del albor.
Pronto lo descubriré, he citado al Comité.

El giraluna dormía de día huyendo del sol.
El giraluna giraba y miraba de frente a la luna.
El giraluna con pétalos blancos un día escapó.

La más alta recompensa, palabra de honor.
Al que encuentre sus semillas negras de impostor.
Una nota nos dejó: "Acabaréis en un jarrón".

El giraluna con pétalos blancos un día escapó...

Chuchuchuchuuuu chuchuchuuuruuu...

Bellos y sin vida son, girasoles de Van Gogh.

El giraluna dormía de día huyendo del sol.
El giraluna giraba y miraba de frente a la luna.

Y el giraluna con pétalos blancos un día escapó.

Me encanta esta canción. Pertenece al grupo catalán Sidonie.
Fue María quién me la enseñó en esas tardes de agobio con la mente en blanco.
Al escucharla fui sintiendo muchas cosas diferentes a la vez.
Primero pensé en lo mucho que me gustaba la voz del cantante.
Pensé también que me relajaba, tanto que la escuché unas 5 o 6 veces seguidas.
Me imaginé al rey sol hablando, a los girasoles amarillos sin cara y al pequeño y valiente giraluna.
Entonces volví a pensar en la voz, en la música, en que era un cuento precioso, en la belleza, simplicidad y armonía de la letra.
Y luego pensé en el giraluna de nuevo, pero esta vez interpreté su hazaña como una metáfora del propio mundo, la flor de pétalos blancos diferente al resto, ejemplo de los que se oponen a un régimen y dicen no a la norma, no a ser un colectivo sin alma individual, no a alzar y bajar la cabeza al antojo de un rey.
Pienso muchas cosas cada vez que suena.
Aunque la que predomina sobre todas mis reflexiones es lo mucho, muchísimo que me relaja.



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