jueves, 28 de febrero de 2008
Insomnio
Y usando mi mirada como una pluma invisible me dedicaba a escribir cosas en el techo, aburridísimo y cansadísimo, pero ¿que podía hacer?. Además, mi cama se convertía en un desierto de sombras, donde las sábanas se volvían ariscas y me raspaban la piel, cómo si les molestara que yo fuera incapaz de dormir. Sudor, cabreo, impaciencia...menudas nochecitas pasaba absorto y acompañado por el silencio. Quizás eso era lo único que me relajaba, ese silencio total que reinaba en mi cuarto, en mi casa, en el edificio y en la calle, supongo que en el continente entero no y como soy muy obsesivo no solía mentirme con esas cosas.
Sí, antes lo maldecía, era la losa que pesaba sobre mis hombros, era el maldito niño que me quitaba el caramelo en mitad del disfrute.
Pero ahora, ahora que estoy aquí no lo maldigo, me encanta.
Porque me gusta despertarme a las 4 de la mañana y no poder conciliar de nuevo el sueño.
¿El motivo? El motivo eres tú. Aquí tendida dándome la espalda e ignorando todos estos pensamientos que estoy amontonando sin sentido, ¡cómo si a alguien le importara lo que estoy pensando! ¡Cómo si alguien pudiese llegar a saberlo...!
Dormitas cansada y rompes mi adorado silencio con tu respiración, pero no me molesta, es más me gusta, quiero escucharte, me gusta oír como el aire entra por tu nariz inundándote entera, y pensar que esa corriente pasa al lado, durante décimas de segundo, de tu corazón.
Ése que quizás yo haya conquistado.
Y escuchar de nuevo cómo lo expulsas, rítmicamente, como una melodía circadiana.
Me gusta no poder dormir si estoy a tu lado, porque podría pasarme noches enteras observándote (ya lo hago). Porque si me canso voy al salón y miro algún álbum de fotos, sin que te enteres porque no te gusta nada, y espero a que sean las 10 para hacerte el desayuno y llevártelo a la cama.
Porque me gusta sentarme de nuevo y ver cómo te enderezas con pasividad, retirando tu pelo de la cara y que me mires risueña y totalmente dormida.
Porque me encanta que te sorprendas al encontrar el desayuno sobre la colcha, que me sonrías y de repente digas "Cariño...gracias, ¿no me digas que has vuelto a tener insomnio? ¿Por qué no me has despertado? Estarás muy cansado, ¿quieres un zumo?"
Porque me gusta levantarme, acercarme a ti, besarte la frente y decirte muy bajito,
"He dormido como un lirón".
martes, 26 de febrero de 2008
A sus pies
"Y un cielo de poderío, completamente existente, hace ahora con majestad el eco entero del hombre".
Vicente Aleixandre
Traslúcido, ido, yerto.
Camina ya por los senderos inexorables, quedan aquí cielos cubiertos.
Olvidamos de usted todo lo puro y físico, hendidos y hundidos por su ausencia.
Aunque el reflejo de sus ojos nos desvele la inocencia
de quién no pierde la esperanza aún cuando todos lloran.
Y sus escritos disparan gritos de denuncia,
deleitándonos con el sonido de las campanas
que anuncian la prosperidad para aquellos que abandona.
Y usted, piel marchita que bajo estos muros del tiempo, se ahoga
será escorrentía de sangre adyacente a nuestros huertos,
será tinta de mi pluma, cálida Calíope de mis divagaciones.
Sus ojos cóncavas cuevas que habitarán los insectos,
aunque perdure bajo tierra aquel inocente reflejo.
Y su voz será la luz del candil que me guíe, como viento
hacia esa grandeza que sólo usted acarició desde su trono.
Mientras el aire envuelva mi mente y me traiga de la nada la inspiración,
traslúcido, ido , yerto, se consumirá como recuerdo, recuerdo vivo.
Y yo vivo cómo aprendiz de usted, maestro.
domingo, 24 de febrero de 2008
Enero en la playa
demasiado hermosa como para ir a trabajar.
Y sin pestañear hablamos con el jefe un cuento chino y, como niños, nos volvemos a acostar.
Se supone que debía ser fácil ¿Tienes frío?
Pero a veces lo hago un poco difícil. Perdón.
Suerte que tú ríes y no te enfadas porque eres más lista y menos egoísta que yo.
¿Todavía tienes frío? Bueno, cierra los ojos un minuto que te llevo a un lugar.
Imagina una calita, yo te sirvo una clara. Es verano y luce el sol, es la costa catalana.
Y estamos tranquilos, como anestesiados.
Después del gazpacho, nos quedamos dormidos mirando el Tour de Francia en la típica etapa, donde Lance gana imponiéndose al sprint con un segundo de ventaja en el último suspiro colgándose a sus hombros el maillot amarillo.
De nuevo al chiringuito, un bañito, helado de pistacho y partido al futbolín.
Lanzamos unos frisbis, jugamos a las cartas y acabamos cenando sardinas y ensalada.
Bebemos, dorados.
Hablamos, callados.
La luna, la sal, tus labios mojados.
Me entra la sed y pido una copa y España se queda en cuartos en la Eurocopa.
Pero nos da igual, hoy ganaremos el Mundial.
Subimos a casa, hacemos el amor y sudamos tanto que nos deshidratamos.
El tiempo se para, el aire no corre. Mosquitos volando y grillos cantando y tú a mi lado muriendo de sueño.
Cansada, contenta, me pides un cuento y yo te lo cuento, más bien me lo invento.
Te explico que un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata buscando una estrella llamada Renata que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta. Malvado, engreído, traidor, forajido.
Conocido bandido en la Vía Láctea por vender estrellas independientes a multinacionales semiespaciales.
Y te duermes…
Al principio, como siempre, dormimos abrazados y cuando ya suspiras me retiro a mi espacio. Me gusta dormir solo a tu lado de la cama, de esta cama ahora repleta de mantas en esta mañana fría, fría, fría, congelada, congelada.
Es una canción de Facto Delafe y Las Flores Azules - Enero en la playa.
Preciosa.
Real.
sábado, 23 de febrero de 2008
Si esto es tradición, arte y marca española...que se pare España, que yo me apeo aquí.
jueves, 21 de febrero de 2008
Mi madrina
que no pude despedirme.
Un último viaje donde guardé tu sonrisa,
porque tu voz no volvió a sonar.
Una caja de recuerdos
donde encerré las caricias
que pude darle a tu mano
antes de verte marchar.
Fuiste a encontrar tu calma,
allí donde los poetas aprenden a versar,
te llevaste contigo un pedazo de mi alma,
hoy mantengo el agujero que dejaste en su lugar.
Sé que desde donde estás velas mis sueños,
donde te regalan la esencia y un par de alas para volar,
allí donde los sabios dicen que existe un cielo,
desde donde me miras y ves el tiempo expirar.
Yo sigo aquí, con los pies sobre el suelo
imaginando tu sonrisa y
esa voz que no volveré a escuchar.
Quedarán las fotos, los vídeos y los recuerdos,
aunque tú te hayas ido, jamás te voy a olvidar.
Fuiste y serás aquella mujer tan valiente que no tenía billete para ese tren, pero la vida te obligó a tomarlo. Aquella mujer que recorrió casi medio mundo, que no se rindió, que estuvo ahí siempre. Aquella mujer con sus gafas, su reloj, su pelo corto, su media sonrisa, su carácter, sus manías...
Aquella hermana, hija, cuñada, amiga, tía y madrina. Mi madrina. Jamás te olvidaré Mª Jose.
lunes, 18 de febrero de 2008
Cuando todos duerman
que en el silencio se volverán atronadoras.
ese espacio, para que te iluminen con su luz.
viernes, 15 de febrero de 2008
El final de la humanidad
Alargadas ocultan tras sus plumas de nácar, los resquicios de un sol que toma baja por depresión.
En un extremo, brota un hilo de sangre que impacta en las retinas de todos los presentes.
Un hilo que a cada segundo se crece, hasta que el nácar toma un papel secundario en la ímprova figura.
Un graznido desgarrador escapa de su imponente garganta, y todos tapamos nuestros oídos por temor a que nuestros tímpanos estallen.
Después, alzando el cuello sostiene la mirada fija en un punto del horizonte, como si aún desafiase su llegada a la muerte.
Silencio, todos callados observamos la acción. Ansiosos por ver qué ocurrirá, pero temiendo el triste final.
Lentamente pliega sus alas con la misma majestuosidad con la que habían sido abiertas.
Cierra el pico, nos observa, nos acusa con sus ojos de eso que todos ya sabemos y de lo que nos avergonzamos.
Durante un instante, nosotros, estúpidos, creemos al unísono que no ocurrirá.
Pero un crujido sobresalta la paz que se respira.
Lento, lento, lento.
Su cuerpo se desploma sobre la roca desnuda y nadie corre al auxilio porque ya no hay solución.
El último águila cae ante nuestros ojos, el último animal que seguía vivo en nuestro planeta.
Alguien aplaude, otro estúpido, pero cesa al abalanzarse sobre él un anciano de piel oscura.
Comienzan a pegarse y alguien grita "Ya basta"
Y el anciano añade:
"Ya basta. ¿Ahora? ¿Ahora que por fin somos conscientes de que nos hemos cargado el planeta? ¿Ahora basta? Hemos agotado los ríos, y con ellos los peces y pequeños mamíferos. Hemos quemado todos, todos los malditos bosques y selvas y con ellos, recursos, sumideros de dióxido de carbono, grandes mamíferos, reptiles, insectos. Hemos destruido todo, todo a nuestro paso.
Ahora, después de contemplar como moría el animal más regio de todos, sólo nos queda esperar nuestra propia muerte. Y una cosa os digo, si existe el cielo nadie entrará, porque ya están cubiertas las plazas por toda la vida inocente que hemos arrebatado".
Y el final de la humanidad no quedó escrito en ningún libro, ni película, ni radio, porque nadie quedó para poder leerlo.
martes, 12 de febrero de 2008
La otra cara de la cruz
Pero no me la desvistan y maquillen, como ya hicieron con la de otro, como era...si hombre...¡ah! si, la Palabra de Dios.
Seguro que desde alguna parte estará pensando, ¿para qué me dejaron hablar si han ido cambiando todo lo que digo?
Que uno se cansa de levantarse, ¿Qué día es hoy? 8, ¿de qué mes? febrero ¿de qué año? 2008 pero enciendo la radio y lo que escucho me traslada siglos atrás, si hombre, en esa época en la que la Iglesia y el Estado movían conjuntamente los hilos de sus naciones. Y es que la primera ama el poder como ama a su Santo Padre, y la comparación...
Soy un misionero que vive en una pequeña aldea de aquí en Guatemala. Para mí la religión fue la vía para encontrarme a mi mísmo y jamás me arrepentiré de ello. Creo en Dios y en Jesús, porque me enseñaron que el mundo se estropea y hay que arreglarlo, como esas piezas tan maravillosas del reloj que, al llenarse de polvo, a veces encasquillan la maquinaría y hay que abrir y limpiar con cuidado, para que vuelva a funcionar.
Mis manos son las de un hombre viejo.
Mi corazón el de un mozo que tiene esperanza.
Mi alma la de un soñador.
Y mi fe la de un luchador, que no calla aunque se lo manden desde arriba.
Ya basta hombre.
Los pobres se mueren de hambre y en vez de lanzar barras de pan, os dais media vuelta y mientras os las coméis pretendéis que se os otorguen privilegios y poderes por llevar un crucifijo en la mano. Yo hace 40 años que llevo el mío, y jamás sentí tanto dolor al mirarlo, porque me he cansado. Yo también represento a la Iglesia, aquí soy un misionero que sirve y ayuda a las gentes. Allí en España me miran mal, por vuestra culpa.
La verdadera Iglesia se guía por un principio, seguir a Jesús.
Y creo que si Éste se diera la vuelta, sólo nos encontraría a cuatro porque los demás estáis entretenidos comiendo el pan del pueblo.
Ya basta.
Es hora de que la verdadera Iglesia se levante y se enfrente a la que no gusta a nadie.
Para que ésta última regale su riqueza a los pobres.
Para que progrese y se deje de contradiciones absurdas.
Por favor, ¿desde cuando Dios quiere ser representado por reaccionarios, homófogos, machistas e intolerantes?
¿Desde cuando es preferible no usar preservativo y que se contagien a diario cientos de personas de sida?
¿Desde cuando la Iglesia interviene en las elecciones?
¿Cuanto tiempo más vamos a quedarnos callados?
No tengamos miedo, hace mucho tiempo que la Inquisición se hundió en las profundidades, es hora de mostrar la Iglesia verdadera, aquella que progresa, que comprende, que lucha, que ayuda, esa que existe pero que por culpa de cuatro imbéciles no se ve como debería verse.
Los buenos empezamos a cansarnos...y nunca es tarde para una nueva revolución.
Desde un rincón de Guatemala, un servidor de la Iglesia, (pero de la verdadera), firma esta carta de papel para quien quiera leerla y unirse a la lucha.
sábado, 9 de febrero de 2008
"Que el amor es eterno mientras dura..."
miércoles, 6 de febrero de 2008
La poesía también sirve para abrir los ojos
airosa se agita, impetuosa ordena,
la orquesta entona, embravecida, de todas las composiciones la más bella.
Arpegios perdidos a los pentagramas regresan.
El olvido se hace dulce cuando termina la espera.
Las notas inundan todos los rincones,
late el corazón, se llenan los pulmones,
las notas inundan mi cuerpo navegando por mis venas.
Melodía que al silencio
envía a un exilio perpetuo, con el temblor de las cerdas, los violines merman el sueño
de quienes siempre despiertan cuando menos lo esperaban,
los castillos de arena no se derrumban si se construyen con arena mojada.
Vuela la mente hacia el futuro e imagina momentos que
desde lo más profundo, acarician recuerdos,
desintoxican el cuerpo,
hoy los pobres gritan al mundo,
"usted que es tan rico acérquese,
acérquese usted, que no muerdo"
Y me creo por un momento que esto es cierto, mientras el aire que respiro, por un segundo, no es negro.
Señor Ortega (y Gasset), discúlpeme al llevarle la contraria,
pero pienso que los poemas tienen la tarea de repudiar la realidad y de cambiarla,
si nos limitamos a escribirle al desamor y no a la desgracia
(ajena)
aquí, representando a la humanidad, me niego
porque no quiero morirme de pena.
La deshumanización del arte, la peor de las acciones
no quiero hacer un poema para 4 lectores,
lo hago para aquellos que son ciegos o son mudos,
y si escuchan estas palabras es porque alguien las lee
y señores, ahí está la esperanza del mundo.
domingo, 3 de febrero de 2008
Cosquilleo...mariposas
Jamás habías llamado mi atención.
Cosquilleo...mariposas.
Personaje idealizado que inventé cuando la realidad me negó la felicidad.
Existes.
Y estás acariciendo mi interior, haciendo sonar esa melodía que sólo he escuchado repicar dos veces en mi vida.
Canto de ángeles que anuncia algo que no esperaba, tampoco ansiaba, quizás necesitaba pero no desesperaba.
Y no puedo sentir tu ausencia, y no siempre ocupas mis pensamientos, pero sé que eres tú y si me preguntan por qué lo sé, no obtendrán ninguna respuesta. Si lo supiese la magia de la vida perdería su perfume como lo hacen los pétalos al marchitar.
No te conozco de nada. Desconozco todo de ti. Y te visto con atributos que me invento, para darte forma, para dar luz a un camino que me acerque a ti.
Sólo dame tiempo para creérmelo. Para darme cuenta de que después de tanto tiempo puede que haya vuelto a enamorarme.
Para mirarme al espejo y que de repente vengas a mi mente, y sonriendo me de cuenta de que al sufrir un desengaño no cierras la puerta a volver a ser feliz.