miércoles, 4 de febrero de 2009

No te sueltes jamás


Es algo más que una mano agarrada a un dedo.
Es un motivo para sonreír.
Una fuerza invisible que se cose en ese instante entre ambas pieles y deja constancia de que estarán unidas eternamente.
Es una imagen preciosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precios.
Deberias comenzar una novela larga princesa.
Un beso.