sábado, 5 de febrero de 2011

Mubu

Hay días en los que Mubu siente que hay demasiada gente.
Y eso le comprime el pecho, como si se ahogase, como si de repente no hubiera suficiente aire para todos en esta bola de tierra y agua.
Entonces se encoje en su hoyo bajo el árbol, cierra los ojos y piensa. Sus problemas adquieren el tamaño de aceitunas cuando se compara con otros, y eso le alivia.
Hay veces que Mubu no entiende porqué las personas se complican la vida y se torturan o se obsesionan con las pérdidas. ¿¡Es que nadie tiene en cuenta las ganancias?!
Y divagando maldice a aquellos que viven por vivir. Que no cambian. Que son absurdos. Que son inútiles. Que sobran.
Lo peor de todo es que el también es otro eslabón de la cadena. También es prescindible.
Y le duele ser consciente de ello.
A veces Mubu se imagina otra vida, otra filosofía innegable, otras mentes maravillosas a las que venerar.
Y se tranquiliza. Lo bueno de esos ratos es que pasan rápido y luego puede volver a respirar.

1 comentario:

Jimmy dijo...

Cuando me pasa eso, leo, nada mas sencillo.

Saludos.