martes, 15 de abril de 2008

Maravillas


La belleza del mundo reside en los entes puros y libres de toda inteligencia, porque sólo ellos basan su existencia en sobrevivir sin llegar nunca a dañar a otro ser vivo por envidia u odio.
La inocencia de su mirada desvela el verdadero motivo por el que surgió este planeta, para ellos.
El ser humano cree ser el centro de todo, y argumenta esta vanidad en su capacidad para reflexionar y controlar todo lo que le rodea, se autoafirma cuando proclama que es la cúspide de la pirámide animal.
Qué equivocado estás, hombre, cuando piensas así.
Si nos parásemos a observarlos, a ellos, a cada animal, nos soprenderíamos al ver la maravillosa realidad que se esconde ante nuestros ojos.
Si consiguiésemos dejar de verlos con codicia y transformar cada miembro suyo en dinero, aprenderíamos a valorarlos como seres, como pedacitos de la palabra vida, valorar cada brizna de aire que respirasen.
Lucha por ellos, el planeta no fue hecho para ti, tú sólo eres un granito más en esta inmensa e infinita playa, aprovecha el tiempo enriqueciéndote con ellos porque un día tu ego se irá mientras te ves arrastrado por una ola llamada final.
El saber no sólo duerme en las letras, también nada en los mares, vuela en el aire, corretea por los troncos, se esconde en la hierba, teje, silva, salta, se cuelga, levita, se mimetiza, no pestañea, envenena...

1 comentario:

JoseVi dijo...

yo alucino como escribes, alucino. Un fuerte abrazo, sigue asi, no cambies. Ya hablamos