sábado, 27 de septiembre de 2008

Queridos egoístas del mundo

Pienso en mí, después en mí, luego en mí y cuando creo que ya he pensado suficiente, me acuerdo de que existes tú.
Y así gira y gira el planeta, movido por extrañas fuerzas magnéticas que nada tienen que ver con esa gran orbe que a todos nos absorbe: el egoísmo.

Estoy cansada...interiormente, y se refleja en mis malos humores, porque me cuesta entender a aquellos que exigen atención constantemente porque hacen verdaderas montañas de un grano de arena.

¿Dónde está tu madurez? ¿Qué piensas? ¿Qué el mundo sin ti se desintegra?

Qué equivocado estás trocito de piel, músculo, hueso, sangre y química.

No eres nada.

Nada lo suficiente importante como para que todos nos demos la vuelta cuando grites que te has hecho daño. Quizás seamos unos cuántos los que nos giremos y preguntemos ¿estás bien?, pero a lo largo de tu vida no siempre tendrás esa suerte.

Me molesta que se utilice la palabra amistad como mercado de ofertas y demandas, como instrumento para exprimir a las personas y sacarles todo el jugo que tienen dentro. Dejadme que os explique, a los que sois así, que un amigo no es sólo un ente parlante que te habla y te escucha, también tiene sus problemas, tiene sus ilusiones y sus cabezonerías.

Y vosotros deberías crecer un poquito, salir de esas burbujas de victimismo, y pensar que la vida se afronta, se pelea, y uno no puede tener amigos de usar y tirar.

Seguramente estoy cansada...porque no entiendo como muchas personas se sienten las más desgraciadas del planeta mientras están tumbadas en sus sofás, comiendo helado, rodeadas de amigos, con una televisión, con un trabajo, con una familia.

Que egoísmo...

¿Y los hombres que están muriendo de hambre en el Tercer Mundo? ¿Y las mujeres y niños que reciben palizas e insultos en ese lugar que se llama hogar? ¿Y los ancianos que mueren de pena abandonados en residencias? ¿Y los anónimos que vagan por las calles sin saber dónde dormirán hoy? ¿Y los drogadictos que no ven más luz al final del túnel que la de la farola bajo la cual se pinchan?

¡Ya basta!

Deja de quejarte por nada, deja de exigirle cosas a dios, al gobierno o a los que te rodean sólo porque te creas muy importante.

No lo eres.

Eres exactamente igual que yo, que esa rumana que vende periódicos o que ese obispo que viaja en limusinas.

Baja de la nube y cerciórate de que hay demasiada mierda en el mundo como para que los que pueden cambiarlo pierdan el tiempo contigo.

¿Sabes cuál es tu problema?

Que te falta empatía.

Aprende a ponerte en el lugar de los demás y verás que es verdad, que cuando tú te vayas y yo me vaya esto seguirá como siempre, avanzando.

Aprende a comprender, de esa forma cualquier discusión no será más que una conversación entre dos personas.

Y cada vez que te mires al espejo y quieras llorar, y gritar, y que todo el mundo te rodee y te abrace, y sentirte realmente desgraciado porque tu novio de ha dejado, porque el examen de ayer te salió fatal, porque tus amigos han decidido ser más exigentes contigo, porque se ha estropeado la impresora, porque te apetece mucho ir de fiesta y nadie quiere acompañarte, porque se rompió un tirante de tu vestido favorito...

Piensa que mientras tú desvariabas:


En un minuto 33 personas han fallecido de inanición.

Cada 10 minutos una mujer ha sido maltratada.

La pena de muerte seguirá manteniéndose en 60 países de los 191 que forman la ONU.


Sigo pensando que tu papel, al igual que el mío, en este mundo, no es crecer, reproducirte, relacionarte y morir.

Puedes hacer mucho más, empezando por NO SER EGOÍSTA.

No hay comentarios: