lunes, 3 de noviembre de 2008

Gracias de nuevo, Ismael

Hoy ha sido un día de reflexión.
De esos pensamientos que te asaltan de repente, apareciendo primero como palpitaciones confusas en el corazón.
Y necesitas pensar o llorar o pasear...o un abrazo de papá o de mamá.
¡Somos humanos!
Y como siempre, tras desahogar mis inquietudes profesionales con papá, mis desvaríos emocionales con ese amigo que nunca se aleja, he puesto el lazo final a esta tarde de noviembre con mi amante por palabras, aquel que me enamoró con su voz y su pluma, con su guitarra y su corazón:
Ismael Serrano.

Si tuviese que cubrir totalmente los deseos de mi corazón debería escribir unas 30 canciones ahora.
Pero como me gusta elegir una entre muchas, hoy me quedo con ésta...que, como siempre, ha conseguido relajar mi ansiedad, mis miedos y encender vestigios de luz en mis entrañas...
Preciosa.
Al escucharle consigue trasladarme a esa Edad Media de los cuentos de princesas, como ese trovador colgado de un árbol que canta para nadie...para mí.

http://www.goear.com/listenwin.php?v=fc4bc2f

Te conocí viendo pasar trenes que nunca regresaban.
Tú esperabas a otro hombre en la estación, parecías cansada.
No supe qué decir, se quedó un ángel dormido en mi garganta.
Al fin el tiempo nos reunió,
como a planetas que orbitan.
Coleccionabas soles, me dijiste.
Te enseñé mis heridas.
Tú te soltaste el pelo y amarraste las horas con tu cinta.
Y ahora te miro, tras tanto años.
Creo que aún te debo muchas canciones.
Regar las flores de tu regazo.
El tiempo y sus mareas fueron meciéndonos con sus latidos.
El fiero canto de un guerrero cisne anunciaba un nuevo siglo.
Cayeron hombres, levantaron muros y aún seguías conmigo.
Ahora te escribo esta canción, Madrid agita sus estambres.
No puedo dar con el última verso y mi puerta se abre.
Anda, ven a la cama, me susurras,
¿No ves que se hace tarde?

Y ahora te miro tras tantos años.
Creo que aún te debo muchas canciones.
Regar las flores de tu regazo.

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