¿Por qué has elegido sumergirte en un mundo de tinieblas y de melodías melancólicas?
¿No te das cuenta de que el mundo necesita verte feliz?
Deja de huir de los espejos, de pintar de negro tus vivencias; te centras tanto en apagar las luces y en arrancar los vestigios de esperanza que no le das tiempo suficiente al sol para salir.
Un capullo de una planta tarda en abrirse
y si le fuerzas y le ayudas tú a que florezca, morirá.
Tiene que hacerlo solo y con mucho tiempo.
Sé paciente. Déjate florecer y sé consciente de que no todo lo bueno llega rápido.
No necesitas maquillaje. Sólo póntelo si te hace sentir más bella. Y siéntete bella con rimel y con legañas. Recién levantada y cuando salgas de la ducha empapada.
Quiérete por tu sonrisa.
¿Alguna vez te has parado a observarte?
Mírate las manos, las uñas ¿ves que cada dedo es completamente diferente a los demás?Cada uno tiene sus pequeñas características que le hacen único.
Y tus muñecas, acaríciate los codos y tu espalda, tus hombros, esos que tanto aguantan cada día.
Quiérete. Mímalos.
Y cubre tu piel de fragancias exquisitas. Deja que huela a limón, a jazmín, a menta o tulipanes recién cortados. Y baña tu pelo en oro y miel y luego cúbrelo de flores.
No lleves joyas. La joya eres tú.
Date caprichos.
Detrás de toda tormenta, brilla el sol.
Vamos mujer, quiérete.
Eso es.
Y baila desnuda en el salón, haz la compra con tacones, ve a trabajar con vestido de gala y haz una tarta de chocolate para ti sola.
Y cómela sin remordimiento, ya basta de limitaciones y sufrimientos.
Mímate.
Y después sal a pasear, que todo el mundo te vea,
que todos tienen derecho a disfrutarte.
¿No te das cuenta mujer?
¿No te das cuenta de que los girasoles se giran sólo para mirarte?
Sedúceles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario