jueves, 6 de enero de 2011

Confidencias

- Ojalá el tiempo se parase en este instante, en este autobús, para siempre
Es un pensamiento en alto, lo suficientemente alto para que él lo escuche.
Y lo ha oído.
Lo sabe porque le ve sonreír mientras mira hacia el suelo, aguantando el equilibrio para no caerse sobre los otros viajeros en cada frenada ante un semáforo en rojo.
Se miran.
Él ahora está serio.
Ella no alcanza a entender si es emoción o ironía y le pregunta con los ojos "qué es".
Él retira la mirada. Rompe la conexión.
Sabe que si continúa mirándola su corazón se irá oprimiendo más y más,
aplastándose como los cuerpos del autobús cada vez que se suben más personas.
- Elige: él o yo - vocaliza entre las voces de la gente, como un mimo.
Y ella le fulmina con la mirada mientras esas palabras la atraviesan el estómago.
- Me bajo aquí - ahora es ella el mimo.
- No te enfades - habla él, y sonríe.
El autobús continúa su trayecto. Fuera sigue lloviendo, dentro el calor se acumula contra las ventanillas. Otro viaje, mucho más complicado, se forja entre pasajeros y asientos.
- No me fío de ti - piensa ella y se lo calla.
Se lo ha dicho muchas veces y él no lo niega, admite que no sabe querer a una sola, pero con ella fue distinto.
El autobús va vaciándose lentamente, el asiento de al lado queda libre. Se acercan.
- Estás preciosa - matiza mientras juega con un mechón de su pelo.
- "¿Qué pasaría si...?" - piensa, pero esta vez más alto de lo que pretendía.
- "¿Qué pasaría si qué?"
- Nada...

El trayecto termina.
Él se levanta. Dibuja en su cara una sonrisa, quiere tranquilizarla. Así aparenta serenidad, aunque por dentro realmente no tenga nada más que confusión. Antes de irse besa su mano, acaricia su mejilla.
Ella ríe, achinando los ojos, inclinando la cara.
Le gustaría abrazarlo ahora, retenerlo, parar el tiempo, pero sabe que no debe.
Y con el alma dividida le susurra adiós.
El trayecto termina.Pero no termina el viaje, todavía no.

No hay comentarios: