sábado, 8 de marzo de 2008

Mi otro mundo






(Fotograma de la película "Charlie y la fábrica de chocolate"

Entre el agobio de exámenes y la losa que pesa sobre mi espalda, en la cual puede leerse: ¿Llegarás a conseguirlo? y si lo consigues, ¿llegarás a soportarlo?, los momentos que más me reconfortan son aquellos en los que mis ojos se cierran, y dentro de mi cráneo algo ocurre, no sé lo que será, pero viajo muy lejos de aquí y no lo hago porque no me guste mi realidad sino porque a veces mi alma me lo exige.
Es allí, junto a ese río de chocolate donde saco mi vieja libreta, mojo mi índice izquierdo en la orilla y escribo dulcemente todo lo que se me ocurre.
A solas conmigo misma descubro quién soy y quién quiero ser, y me aterra pensar que mi vida no será ni parecida a cómo la imagino, pero si no soñase con el futuro nada de mi presente tendría sentido. ¿Me casaré? ¿Tendré hijos? ¿Seré médico? ¿Seré veterinaria? ¿Estaré obsesionada con mi cuerpo? ¿Adoptaré un niño filipino? ¿Trabajaré con Médicos Sin Fronteras? ¿Escribiré un libro? ¿Iré a una orgía? ¿España, mañana, será republicana?¿Se estrellará mi avión en la isla de Perdidos? ¿Existen los Oompa - Lompa?

Si la respuesta de la última fuese un sí me haría mucha ilusión.

Ahora mismo, en este lugar de mi mente, donde me encuentro en una cueva marina, llena de velas donde huele a mar y a sirenas, y las musas bailan encima de mí, olvido todo, me olvido de la realidad y escribo, dejo que esos versos que duermen entre pulmón y pulmón se unan y me llenen de rimas, y de ritmo, y de poesía...


Adoro la escritura y todo lo que tenga relación con ella. La literatura, los libros, las hojas, el olor de las hojas, la tinta, las letras, las máquinas de escribir, los cartuchos de tinta, las plumas, los bolígrafos, los papiros, el tacto de un lomo viejo, el color de las tapas, los títulos, las manos que escriben, la caligrafía, la originalidad, los ojos que leen, la voz que recita, la voz que narra, los oídos que escuchan, los dedos que pasan páginas, los señaladores, las bibliotecas, las librerías, los autores, los poetas, los escritores, los lectores, los periódicos, la tinta que ensucia tanto de los periódicos, las columnas, los artículos, los periodistas que lo escriben, los impresores que los hacen, los árboles que dan el papel, la tierra en la que crecen esos árboles, el planeta, el universo... La literatura.


Ya sabes, si algún día te cuesta encontrarme, búscame allí donde hay un río de chocolate, los árboles son piruletas y la hierba se come, porque estaré escribiendo en mi vieja libreta algo sobre el mundo real, mientras escucho a mis oompa - lompa cantando. (porque estoy segura de que existen)




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