Despiértame cuando anochezca para irme a tu lado y no ver la luz.
Seamos sombras en la niebla huyendo de un pasado, dulce inconsciencia, yo sigo tus pasos, mi cuerpo atado a ese hilo que diriges tú.
Dejémonos de tonterías y mirando desde esta bahía hacia ese oceáno que pide tregua y exige perdón, vivamos considerando éste nuestro último día, mientras el tiempo contenido mengua dentro de un oxidado reloj.
Olvida, olvida todo lo que jamás te dije, y todo lo que nunca debiste escuchar.
Disfruta, disfruta de mis labios desnudos e ingenuos que parieron palabras ahogadas en ese mar, que absurdos regalaron cientos de "te quieros" a personas malvadas que no los quisieron cuidar.
Dime, dime aquello que jamás me dijeron y por lo que hoy muero.
Escapa, escapa conmigo a ningún lugar.
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