viernes, 21 de diciembre de 2007

Vosotros


"Podrán quitarme la vida, harán inalcanzables mis sueños, podrán robar mi inocencia, pondrán en acción mis miedos. Podrán arrebatármelo todo, pero jamás se llevarán mis recuerdos"


La última prueba. Llegué a un gigantesca entrada de madera, cuyos portones se elevaban hasta el cielo, rozando las nubes negras. Lloviznaba, y mi cabello mojado se movía con el viento. Entré y la estancia estaba vacía. Era una sala sin final adornada con grandes hogueras de fuego azul.

De repente vi cómo todas las llamas se unían en lo alto formando un círculo sobre mí y apareció una figura de mujer, bellísima cómo si de un espíritu se tratase.

"Has llegado hasta aquí y aún así no te será fácil acabar. Conozco tus anteriores logros pero en todos ellos se ponían a prueba tu inteligencia, tu valor, tu habilidad...ahora no. Es a mí a quién le corresponde plantearte el problema más complicado de resolver. ¿Estás dispuesta a continuar?"

"Sí"
"Entonces, adelante"

La voz desapareció entre las sombras y las hogueras se apagaron. Inmersa en la oscuridad sentí mucho frío y noté como había mojado todo el suelo de agua.
De repente, donde antes habían estado las fogatas aparecieron personas que inmóviles me observaban sonriendo.

Recorrí con mis ojos toda la estancia y descubrí que había muchísimas personas allí, y no eran desconocidos, todos, todos ellos...eran amigos míos.

La voz volvió a hablar y sus palabras me ahogaron por dentro:

"Ante ti están las personas a las que tú denominas amigos. Ahora, tienes que elegir a uno sólo de todos ellos. Los demás se borrarán para siempre de tu memoria y tú serás eliminada de las suyas. Seguiréis viéndoos pero jamás os reconoceréis y nunca volveréis a trabar amistad. No recordarás nada de lo que os une, nada de lo que vivísteis, ni ellos tampoco. En tus manos está la decisión."

Ahora eran mis lágrimas las que mojaban el suelo. Las anteriores pruebas me habían producido heridas en la piel, golpes en los huesos, dolores de cabeza, malestar...Ahora el dolor residía en mi alma, una prueba de sentimientos, pues las decisiones más complicadas son las referidas al corazón.

No me atrevía a levantar la cabeza.Allí estaban, mirándome sonriendo, intentando darme fuerzas aunque supiesen que podríamos perdernos para siempre, aunque supiesen que la posibilidad de la elección era "todo o nada", ahí estaban, con sus "tranquila, todo irá bien".

No podía elegir...

Cada uno distinto, unos de toda la vida, otros de hace unos meses, chicas y chicos, de distintas edades, unos siempre estuvieron ahí, otros sólo cuando lloré, otros sólo para hacerme sonreír, pero estuvieron. Con algunos había tenido discusiones, con otros nunca, con aquellos había conquistado el mundo, con esos había aprendido a vivir.

Seguí llorando...

Entonces susurré que no podía hacerlo.

La voz respondió: "Los demás pudieron elegir, sabes lo que ocurrirá si no superas esta prueba"

"Lo sé, pero aún así... no puedo elegir sólo a uno"

Entonces la figura de mujer volvió a iluminarse y con un destello atravesó mi cuerpo.

Mis rodillas chocaron contra el suelo y quedé derrumbada en las sombras.


No volví a verles.

Me fui para siempre.

Elegí morir antes que perderlos a todos.

A cambio, el recuerdo de lo que allí en aquella estancia pasó quedó grabado en todos ellos y mi recuerdo fue, es y será siempre eterno.




Dedicado a mis amigos, porque estoy hecha de vosotros, y borraros de mi memoria sería destruir quién soy, prefiero irme siendo yo misma, que quedarme y ser otra persona.

GRACIAS

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